Casos Habituales
Cada historia es única, pero muchas situaciones se repiten
Estos son algunos de los casos más frecuentes en los que la Ley de la Segunda Oportunidad ha permitido a personas, familias y autónomos recuperar la tranquilidad financiera.
Caso 1
Muchas personas con problemas de adicción al juego online terminan solicitando créditos rápidos que luego no pueden devolver.
La Ley de la Segunda Oportunidad permite que, tras demostrar buena fe y haber superado su situación, puedan cancelar todas sus deudas y empezar de nuevo.
👉 Incluso quienes han acumulado decenas de miles de euros por ludopatía pueden liberarse de esas cargas y reintegrarse en la vida económica.
Caso 2
Autónomos en situación de insolvencia temen perder herramientas básicas para ejercer su profesión: coche, equipos informáticos, maquinaria, etc.
El procedimiento de la Segunda Oportunidad contempla la protección de bienes esenciales, cuando son necesarios para generar ingresos.
👉 Así, es posible mantener vehículo o equipos de trabajo mientras se cancelan las deudas y continuar con la actividad profesional.
Caso 3
Muchas familias endeudadas desean conservar su vivienda habitual.
La Ley permite aprobar un plan de pagos adaptado a la capacidad económica del deudor, conservando la casa y cancelando el resto de deudas.
👉 Esto ha permitido que numerosas familias se estabilicen financieramente sin perder su hogar.
Caso 4
Muchos autónomos acumulan deudas con Agencia Tributaria y Seguridad Social, lo que les impide continuar su actividad.
Tras la reforma de 2022, la Ley de la Segunda Oportunidad permite la exoneración parcial de deuda pública y la reestructuración del resto con plan de pagos.
👉 Así, profesionales pueden continuar trabajando sin la presión asfixiante de la deuda pública.
Caso 5
Personas que llegan a la insolvencia sin bienes, pero con préstamos y créditos al consumo.
La Segunda Oportunidad permite la exoneración total de sus deudas, incluso sin masa patrimonial.
👉 Esto les da la posibilidad de empezar de nuevo sin cargas ni embargos.
Caso 6
Diseñado para autónomos y pequeñas sociedades con hasta 10 empleados, permite tramitar insolvencia de forma rápida y digital, evitando costes de un concurso tradicional.
Ejemplo: un negocio familiar que, tras acumular deudas con proveedores y bancos, accede al procedimiento, consigue un plan de reestructuración y logra mantener la actividad y los puestos de trabajo.